Líderes sindicales del sector Salud en Michoacán denunciaron un desabasto crítico de insumos médicos, reducción del cuadro básico, falta de personal especializado y condiciones laborales precarias que están comprometiendo la atención en los centros hospitalarios del estado, pese a los anuncios del Plan Michoacán.
En entrevista, Josefina Molina Ponce, secretaria general del Sindicato Nacional de Trabajadores y Profesionales de Salud, expuso que las caravanas de surtimiento prometidas no cumplen con la magnitud anunciada. “Llegan cajitas”, dijo, lo que no cubre la demanda diaria.
Afirmó que es falso que exista el abasto pleno que presumen las autoridades, pues la realidad obliga al personal a pedir a familiares medicamentos o material de curación no disponible en las unidades.
Recordó que el cuadro básico tampoco está abastecido al 100 por ciento y que esa carencia termina responsabilizando al personal de primera línea, no a las autoridades: el trabajador enfrenta las quejas y la presión por atender sin lo mínimo indispensable.
Además, señaló déficit de material quirúrgico, equipo médico, medicamentos y personal, un rezago que se agravó por jubilaciones y fallecimientos ocurridos durante la pandemia.
Guadalupe Pichardo, dirigente del Sindicato de Salud Lázaro Cárdenas, sostuvo que desde el inicio de la administración estatal se han realizado contrataciones discrecionales de personas cercanas al partido gobernante, con más de 300 ingresos en distintas áreas.
Afirmó que los especialistas renuncian ante la frustración de trabajar sin insumos, lo que deja vacíos en servicios esenciales. Relató un caso ocurrido en Zamora: un joven con fractura de cráneo no pudo ser atendido por falta de camas, camillas y colchones.
Fue trasladado a un hospital privado, donde no pudieron pagar su atención, lo regresaron y murió en la ambulancia. Atribuyó que al menos 20 por ciento de las muertes en urgencias podría vincularse a la falta de insumos, infraestructura o personal.
Las lideresas señalaron que el déficit no es nuevo, pero se ha incrementado “hasta 50 por ciento” en esta administración, aun cuando se anuncia una fuerte inversión del Plan Michoacán.
Cuestionaron que se presenten como nuevos proyectos ya anunciados antes, como el hospital de Villas del Pedregal o el de Arantepacua, lo que calificaron como “refrito” que no explica el destino real de los recursos.
También denunciaron ausencia de democracia sindical y uso de dinero público para beneficios del sindicato mayoritario mediante festejos y apoyos, en lugar de atender prestaciones, surtimiento y necesidades hospitalarias.
Finalmente, llamaron al gobierno estatal a corregir el rumbo y advirtieron que, si el propio Ejecutivo estatal se declara incompetente ante la transición al IMSS-Bienestar, pedirán que la presidenta de la República intervenga para frenar el deterioro en los servicios de salud.
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